Se trata de un tratamiento estético para reafirmar la piel. Se pueden llevar casi a cualquier zona del rostro y cuerpo que necesite un plus de vitalidad y tonificación.
¿En qué consisten los hilos tensores?
Como su nombre indica, se trata de unos hilos tensores hechos de polidioxanona (PDO) que, introducidos bajo la piel, estimulan la producción de colágeno y fibroblastos.
Estos hilos están más que probados: son los mismos que se usan como material de sutura en cirugía general y que son reabsorbidos por el organismo en cuestión de unos meses.
La aplicación del tratamiento es sencilla
tras una anestesia local, en forma de crema, se insertan los hilos a través de una finísima aguja. Como si nos estuvieran cosiendo, el hilo se introducirá por un orificio de la piel y saldrá por otro. Luego se corta y… ¡voilà! El hilo tensor se queda dentro.
Cómo funciona
el organismo, que recibe a estos hilos tensores como cuerpos extraños, crea (de forma natural) un tejido de soporte alrededor de ellos debido a la producción de colágeno y fibroblastos.
Los resultados se ven a las tres semanas del tratamiento, sigue mejorando con el tiempo y alcanza su plenitud a los 3 meses. La duración del tratamiento es, aproximadamente, de 1 año.
Resultados
Mejora la flacidez y hace que la piel tenga un aspecto más descansado. «Es un tratamiento que previene en un 50% y restaura en otro 50%».
¿Contraindicaciones?
Prácticamente ninguna, sólo no someterse a tratamientos de radiofrecuencia y ácido hialuróinico. El resto de tratamientos estéticos son perfectamente compatibles.
¿Efectos secundarios?
Mínimos:
puede haber ligero edema, enrojecimiento de la piel o algún hematoma, pero la paciente puede hacer su vida normal de forma inmediata.

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